Transmutar

Convertiré la tierra en agua. Le daré mis ojos al sol, cuando decida cegarse.
Si esta es una sola vida, disfrutare de ustedes hermanos, padre, madre, enemigo, amor.
Sepan disculparme si en otra vida no los encuentro. La tristeza abunda cuando golpeamos nuestras ideas con la realidad.
Vivir de sueños, olvidando moscas.

Yuntas de la mano. Hidratan sus labios. Se abrazan, se odian, se mienten y ríen.
Los gusanos esperan el banquete. Cuerpos apagados donde un buen pedazo de madera nos espera. Para reposar.

El cuerpo se terminará derritiendo. Un alma, hecha de energía, se reencarnará en algo nuevo. Pediré al creador, que no me borre de mi mente, a ustedes hermanos. A esas abejas que, de su buen néctar, pude alimentarme. A esa música que tan progresiva me hace recordar, tiempos de ácido, ilusión, mucho amor.

Pero amor de verdad, eh.

Moriré y me reencarnare en tu hijo. Reconocerás mis ojos, mi locura y misticismo.
Seguiré a tu lado siendo parte de tu sangre. Amaré a mi madre y enseñaré a mi padre.
Seré joven cuando ustedes sean viejos. Les diré los secretos guardados en aquel cajón.

Colectivos llenos de soledad. Siento la melodía.
Me acaba de llegar un mensaje a mi cuerpo. Energía fría, retorsijón, como si mis tripas se disolvieran.
El no tolerar la frialdad de las almas puede causar la enfermedad.
El hígado también esta falta de amor.

Me elevo y sigo. Me rió de las ideas y escribo algunas nuevas.
Como un poeta amordazado canto alguna canción.
Las masas son como una ola, pero sin agua.
Sal en la herida. Arde.
Inconclusa sensación.