Invocando energías y vidas pasadas llegue a la conclusión de que nací en los años 40.
Viví durante los 50 y 60, pero en los setenta me vaporizaron, me eliminaron. Mejor dicho esa elección de la vida, de los dioses del cielo, de la existencia.
Pero en los 80 volví a nacer y hoy estoy todavía con vida disfrutando historias presentes y pasadas.
El humano creado por moléculas tiene que saber que es evolución, entonces ¿por que cuando un animal hace algo que no corresponde el humano lo castiga?
¿Quién evolucionó primero?
Los animales no molestan a nadie. Somos los humanos el grano más difícil de sacar.
La molestia. La histeria.
Los ideales de los humanos se toman como reglas “serias” en un conjunto de personas como es un mundo o un país.
Ideas que son obligadas a aceptar.
Las ideas son las alucinaciones mentales de los humanos. Son la resaca de tanto ácido en sangre. Tanto en pensamientos demócratas, militares, pacifistas, budistas.
Piensen cuantas ideologías hay.
A todos no se va a poder conformar.
Un rato cada uno así quedan todos contentos.
Y en este sistema de evolución existencial la que gana es la naturaleza. La que no piensa, la que directamente hace.
De pronto lluvias, inundaciones, bolas de nieve que caen del cielo dejándonos una apertura cerebral, freírnos al salir a la calle, etc.
¿A dónde se van a refugiar los idealistas?
¿Llevaran su tesoro en sus bolsillos?
¿A dónde irán a parar los burócratas y metódicos?
Más poder al poder. Más ego al ego. Más valor a lo material.
Y los reyes de este mundo siguen violando nuestros sueños, nuestras simpatías.
Sexo frió y risas de delirio.
Nada real. Nada natural.
En un mar de petróleo nadamos. Nuestra piel endurecida y seca. Lleno de fuego nuestro cerebro y nuestra sangre la droga de los reyes.
Bufones y malabaristas comen nuestra espalda mientras caminamos.
¿Y todavía hay gente que cree en ideas políticas?
El beneficio siempre será para los que creen y les gusta ver la TV.
Más merluza para los pescadores y no los de los puertos, sino, los de las oscuras calles.
La cara de un volado en un cartel mientras su mujer baila en cabaretes de zonas anegadas de perfume importado.
La tierra sigue girando como una calesita y la larga fila de trajeados esperando agarrar la sortija. Esperando cumplir el sueño de todo humano, una mujer deseada por todos, hijos anestesiados y una casa en Miami.
Cuantas mas cosas pensamos, mas se nos pasa el tiempo.
Todo lo que piensa un humano, queda en el humano.
Viví durante los 50 y 60, pero en los setenta me vaporizaron, me eliminaron. Mejor dicho esa elección de la vida, de los dioses del cielo, de la existencia.
Pero en los 80 volví a nacer y hoy estoy todavía con vida disfrutando historias presentes y pasadas.
El humano creado por moléculas tiene que saber que es evolución, entonces ¿por que cuando un animal hace algo que no corresponde el humano lo castiga?
¿Quién evolucionó primero?
Los animales no molestan a nadie. Somos los humanos el grano más difícil de sacar.
La molestia. La histeria.
Los ideales de los humanos se toman como reglas “serias” en un conjunto de personas como es un mundo o un país.
Ideas que son obligadas a aceptar.
Las ideas son las alucinaciones mentales de los humanos. Son la resaca de tanto ácido en sangre. Tanto en pensamientos demócratas, militares, pacifistas, budistas.
Piensen cuantas ideologías hay.
A todos no se va a poder conformar.
Un rato cada uno así quedan todos contentos.
Y en este sistema de evolución existencial la que gana es la naturaleza. La que no piensa, la que directamente hace.
De pronto lluvias, inundaciones, bolas de nieve que caen del cielo dejándonos una apertura cerebral, freírnos al salir a la calle, etc.
¿A dónde se van a refugiar los idealistas?
¿Llevaran su tesoro en sus bolsillos?
¿A dónde irán a parar los burócratas y metódicos?
Más poder al poder. Más ego al ego. Más valor a lo material.
Y los reyes de este mundo siguen violando nuestros sueños, nuestras simpatías.
Sexo frió y risas de delirio.
Nada real. Nada natural.
En un mar de petróleo nadamos. Nuestra piel endurecida y seca. Lleno de fuego nuestro cerebro y nuestra sangre la droga de los reyes.
Bufones y malabaristas comen nuestra espalda mientras caminamos.
¿Y todavía hay gente que cree en ideas políticas?
El beneficio siempre será para los que creen y les gusta ver la TV.
Más merluza para los pescadores y no los de los puertos, sino, los de las oscuras calles.
La cara de un volado en un cartel mientras su mujer baila en cabaretes de zonas anegadas de perfume importado.
La tierra sigue girando como una calesita y la larga fila de trajeados esperando agarrar la sortija. Esperando cumplir el sueño de todo humano, una mujer deseada por todos, hijos anestesiados y una casa en Miami.
Cuantas mas cosas pensamos, mas se nos pasa el tiempo.
Todo lo que piensa un humano, queda en el humano.
Piensen que no solo existe uno.
Somos muchos.
Aprender a convivir
Somos muchos.
Aprender a convivir
1 comentario:
igual dilet la conclusión es que el tiempo no existe, y ya!
tan simple como eso
hasta que lo entendamos.....
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